Un rancio adicto al blog nos sugiere un tema que está al caer. Con la llegada de la primavera caerán las rebequitas de las féminas y empezará a lucir la carne. Ya se adivinan escotes, ya se desperezan las caderas, ya vuelve a tostar el sol hispalense esa piel que huele como los costaleros de las cuadrillas flamencas, esto es, a canela y clavo.
Queridos rancios, ha llegado la hora del calentón. ¿Dónde posáis las miradas rijosas y libidinosas cuando llega esta época? ¿Qué os provoca una subida de la tensión por debajo de la cremallera del pantalón? ¿Cómo aliviáis ese peso?
La primavera ha venido y el rancio sabe para qué ha sido...
jueves, 12 de marzo de 2009
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